..en un pueblo perdido, dos intrépidas fotógrafas decidieron adentrarse en las naves del olvido, para conseguir su reportaje del abandono. Apenas se leían los rotulos que anunciaban la actividad desplegada por la "fabrica de barriles". Asi fue: con un par de camaras y suma cautela, fuimos inspeccionando cada habitación, cada recuerdo (algunos más olorosos que otros). Poco quedaba por descubrir hasta que en la última sala tropezamos con un monton de libros y otro de ropas semicalcinados. Cuanta sabiduria y cuánto glamour echado a perder. La ruina de las letras, el transtorno de la moda. Nos fuimos sin despedirnos y por patas, no sin antes comprobar que algo nos seguia, y lo haría hasta el final del dia: el aroma de una industria podrida. Paula
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